El proyecto de Wall Street Funded surgió de la necesidad de una plataforma que no solo fuera informativa, sino que también permitiera a los usuarios controlar todos sus activos. La empresa, dedicada a la compraventa de acciones, requería una presencia online que reflejara su nivel y trayectoria, transmitiendo una imagen de crecimiento y solidez. Se buscaba una estética que se percibiera como establecida, con más de 40 años de historia, pero que a su vez proyectara una visión futurista.
El objetivo era crear una marca atemporal que se mantuviera firme ante cualquier circunstancia, como si sus elementos estuvieran suspendidos en el aire. La estética se inspiró en elementos futuristas sutiles, con luces y bordes relucientes que recuerdan a leds o neones, y materiales que simulan ser cristales. La transparencia se convirtió en el elemento predominante, no solo en la marca, sino también en la web y otras plataformas, creando una sensación de estar viendo elementos flotantes en un espacio, en lugar de una simple hoja de papel.